¡Cuán grande eres Tú!

Salmo 145:1-7

“Grande es el Señor, y digno de toda alabanza; su grandeza es insondable”  (v. 3)

 

            Señor, mi Dios, al contemplar los cielos,
            el firmamento y las estrellas mil,
            al oír tu voz en los potentes truenos,
            y ver brillar al sol en su cenit.

 

Este himno fue escrito en l886 por un pastor sueco, Carl Boberg  Un día, fue envuelto en una tremenda tormenta de truenos.   Cuando pasó la tormenta, salió un brillante sol en toda su gloria.  Boberg oyó cantar unos pájaros, sintió la suave brisa.  Cayó de rodillas en humilde adoración. Y más tarde escribió nueve versos como su ofrenda de gratitud a Dios.

Tiempo después, Stuart K. Hine y su esposa – una pareja de misioneros que servía en Ucrania – tradujeron tres de los versos al inglés, usando la música folklórica sueca.  Cuando los Hine regresaron a Inglaterra, Start Hine agregó un verso final –expresando su creencia de que todos los cristianos un día estarán en el hogar con Cristo:

 

            Cuando el Señor me llame a su presencia,
            al dulce hogar, al cielo de esplendor,
            le adoraré, cantando la grandeza
            de su poder y su infinito amor.

 

Hay en lo más profundo del corazón humano el anhelo de adorar a Dios.  Juntos, unamos nuestras voces para cantar el coro de este himno como un himno unido de alabanza:

            Mi corazón entona la canción.
            ¡cuán grande es él, cuán grande es él!