Amor Divino

Juan 13:31- 38

“Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros.  Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros.  De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros”  (v. 34).

Este himno para hoy refleja el amor de Dios para sus hijos.  No un amor humano, condicional, que muchas veces es limitado.  Más bien, es un amor divino que fluye de Jesús mismo.           

Elizabeth Ann Mackenzie se convirtió en una oficiala salvacionista en 1884.  Su esposo llegó a ser Secretario en Jefe en Canadá, pero tuvo que renunciar debido a enfermedad.  Se convirtió en ministro congregacional en Stratford, Ontario, y eventualmente ellos jubilaron en esa comunidad.  Para Elizabeth, esta canción hablaba de su consciencia del amor de Dios, no solamente para sí misma sino también para todos: un amor más allá de todo entendimiento.

Otra estrofa nos habla de este gran amor que perdona todos nuestros pecados, limpiándonos de toda mancha.  Es un amor que nos va dando más y más de Dios.  Es un amor que nos ata, un amor por el que estaríamos dispuestos a morir.  Es un amor divino.

Nos recuerda que debemos recibir el amor de Cristo para este nuevo día.