Cristo Para Todo el Mundo

MATEO 28 :16 - 20

“Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”  (v. 19).

Ha terminado el Congreso Internacional del Ejército de Salvación del 2015.  Los asistentes han retornado a sus hogares, llenos de energía por los acontecimientos de esos días tan especiales.  Las personas que no pudieron estar presentes sin duda han escuchado o leído muchos maravillosos reportajes de todos los eventos.  Vidas han sido cambiadas para siempre: salvadas, transformadas, renovadas, alentadas e inspiradas.

¿Y ahora qué?  ¡Tenemos que hablarle a todos, en todas partes,  de Jesús!

(Traducción libre de las palabras)

Diles en el Este y también en el Oeste,
Díselo a la persona que tú más amas, 
Di cómo pueden encontrar descanso
Abrazados sobre el pecho del amante Señor.
Háblales del libro más maravilloso,
Diles que hay vida leyéndolo.
Despliega tus banderas:
Cristo para todo el mundo.

 

Cuando vamos a todas las naciones, hablando de Jesús, no es hablar solamente de labios hacia afuera; tenemos que decir cómo nosotros vivimos día tras día.

La canción arriba fue compuesta cuando  Arthur Arnott  regresaba a Australia después del congreso internacional del año 1914.  Sabía que el mundo entero necesitaba escuchar el mensaje claro de Jesús – desde el nacimiento a la muerte y a la resurrección.

Repitamos juntos el coro, determinados más que nunca a hablarle a todo el mundo (que podría ser simplemente a nuestros vecinos de barrio), acerca de nuestro Señor Jesucristo:

Háblales del niño acostado en el pesebre, enviado por Dios desde el cielo.
Háblales cómo vino a ser un salvador, pagando con su vida, por amor.
Háblales con tus labios y con tus acciones también.
Y con la bandera desplegada
Háblales fuerte, con entereza:
 

¡Cristo para todo el mundo! 

Himnos para el Pueblo de Dios

 

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