Círculo de Alabanza

Salmos 103

“Alaba, alma mía, al Señor; alabe todo mi ser su santo nombre. Alaba, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios” (vs 1 y 2).

 

Este salmo de David nace desde el corazón.   Desde lo más íntimo del ser de David. Es realmente un ‘círculo de alabanza’, en el que el universo entero prorrumpe en una doxología, comenzando y terminando el salmo con alabanza a Dios.  David alaba al Creador por todos los beneficios que nos prodiga, por los que se convierten en parte de su familia gracias a la fe en Cristo Jesús.

            Perdón  (v.3).  El salmista nos recuerda que Dios perdona todos nuestros pecados.  Cuando nos hemos equivocado y estamos realmente arrepentidos, no hay nada mejor que ser perdonados, limpiados y restaurados.

            Sanación (v. 3).  El mismo verso nos dice que por la misericordia de Dios podemos ser sanados – espiritualmente, emocionalmente, físicamente.  Se requiere tener fe para creer que esto sucederá.  Mas Dios escucha cada una de nuestras oraciones.

            Redención (v. 4).  Este verso habla de la obra redentora de Dios para aliviarnos de la carga y la culpa del pecado.  Cuando nos paramos ante la  Cruz, las cargas desaparecen.   Somos liberados.

            Amor y compasión (v. 4).  Este verso también revela un doble beneficio.  David nos dice que somos coronados con amor y compasión de Dios.  ¿Podemos sentir la corona sobre nosotros?

            Cosas buenas (v. 5).  Se nos dan cosas buenas, hasta tal punto que nuestra juventud es renovada – ‘te rejuvenece como a las águilas’.   ¡Maravilloso!

Un hombre dijo una vez, “Me quejé porque no tenía zapatos – hasta que encontré a un hombre que no tenía pies”.  Tal vez no tengamos riqueza ni posición ni una salud perfecta.  Mas Dios le ha dado tanto a los que pertenecen a su familia.   Completemos nuestro círculo de alabanzas a él expresando una vez más nuestro amor por nuestro Señor y Salvador:

“Alaben al Señor, todas sus obras en todos los ámbitos de su dominio.  ¡Alaba, alma mía, al Señor!