Last Updated: 26 febrero 2015

Semana 5

Qué ha ocurrido hasta el momento…

 

A lo largo de los años Jesús enseñaba, él viajo alrededor de muchos lugares diferentes. Nosotros leemos como Jesús viajó a Jerusalén, una ciudad judía muy importante, donde fue recibido por la multitud. Jesús se enojo mucho cuando fue al templo y vio a todas las personas comprando y vendiendo cosas. Él dijo que la casa de Dios era para que las personas hablaran y estuvieran con Dios y no para hacer dinero.

 

Qué ocurrió después...

 

Jesús contó más parábolas, lo que comenzó a enojar mucho a algunas de las personas más importantes. Ellos no podían entender que Jesús era el hijo de Dios y pronto estuvieron confabulando para asesinarlo.

 

Que debo leer…

 

Mateo 22:1-14 (NVI) “La parábola del banquete de bodas”
 

Jesús volvió a hablarles en parábolas, y les dijo: El reino de los cielos es como un rey que preparó un banquete de bodas para su hijo. Mandó a sus siervos que llamaran a los invitados, pero éstos se negaron a asistir al banquete. Luego mandó a otros siervos y les ordenó: “Digan a los invitados que ya he preparado mi comida: Ya han matado mis bueyes y mis reses cebadas, y todo está listo. Vengan al banquete de bodas.” Pero ellos no hicieron caso y se fueron: uno a su campo, otro a su negocio. Los demás agarraron a los siervos, los maltrataron y los mataron. El rey se enfureció. Mandó su ejército a destruir a los asesinos y a incendiar su ciudad. Luego dijo a sus siervos: “El banquete de bodas está preparado, pero los que invité no merecían venir. Vayan al cruce de los caminos e inviten al banquete a todos los que encuentren.” Así que los siervos salieron a los caminos y reunieron a todos los que pudieron encontrar, buenos y malos, y se llenó de invitados el salón de bodas. Cuando el rey entró a ver a los invitados, notó que allí había un hombre que no estaba vestido con el traje de boda. “Amigo, ¿cómo entraste aquí sin el traje de boda?”, le dijo. El hombre se quedó callado. Entonces el rey dijo a los sirvientes: “Átenlo de pies y manos, y échenlo afuera, a la oscuridad, donde habrá llanto y rechinar de dientes.” Porque muchos son los invitados, pero pocos los escogidos.

 

Reflexiona, opina y crea…


En esta parábola Jesús describe el reino de Dios como un lugar donde todas las personas son invitados, incluso los pobres, los enfermo y los desamparados. ¡Son noticias muy buenas! Todas las personas pueden pertenecer al reino de Dios.

 

Esta semana:

Planifica y prepara la cena con tu familia. Mientras haces esto piensa en alguien que sepas que necesita que lo inviten al reino de Dios. Ora por ellos mientras preparas la comida.
Quizás como familia puedan invitar a esta persona a compartir la cena con ustedes.


 

 

 

 

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