Semana 40

 

Qué ha sucedido hasta el momento...

Ahora estudiaremos la segunda carta a  Timoteo. Estas son dos cartas que Pablo escribe a Timoteo (una persona en vez de una iglesia, como hemos visto hasta el momento) para alentarlo a ser un joven líder de la iglesia. La segunda carta Pablo le da consejos muy útiles a  Timoteo, incluyendo como llevarse bien con todo tipo de personas en la comunidad y en la iglesia, para tomar decisiones sobre los líderes dentro de la iglesia, instrucciones e ideas para las alabanzas, así también para enfrentarse con personas que no estaban enseñando la verdad de Jesús.

 

Qué ocurrió después...

Timoteo era un joven muy especial para Pablo quien vio grandes cosas en él. Pablo trabajó con Timoteo y lo alentó, y por el otro lado, Timoteo escucho a Pablo y puso en práctica las cosas que le estaban enseñando. Es importante tener grandes personas  a quien escuchar, seguir y cuidar y que se preocupan por nosotros y se toman el tiempo de alentarte, enseñarte y orar por nosotros. En el siguiente pasaje Pablo nuevamente alienta  a Timoteo en su viaje. Me pregunto quienes son esas personas que te alientan en tu viaje de fe.

 

Qué debo leer...

2 Timoteo 1:3–14  (NVI) “No te avergüences del Señor” “Exhortación a la fidelidad”

Al recordarte de día y de noche en mis oraciones, siempre doy gracias a Dios, a quien sirvo con una conciencia limpia como lo hicieron mis antepasados. Y al acordarme de tus lágrimas, anhelo verte para llenarme de alegría. Traigo a la memoria tu fe sincera, la cual animó primero a tu abuela Loida y a tu madre Eunice, y ahora te anima a ti. De eso estoy convencido. Por eso te recomiendo que avives la llama del don de Dios que recibiste cuando te impuse las manos. Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio. Así que no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni tampoco de mí, que por su causa soy prisionero. Al contrario, tú también, con el poder de Dios, debes soportar sufrimientos por el evangelio. Pues Dios nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestras propias obras, sino por su propia determinación y gracia. Nos concedió este favor en Cristo Jesús antes del comienzo del tiempo; y ahora lo ha revelado con la venida de nuestro Salvador Cristo Jesús, quien destruyó la muerte y sacó a la luz la vida incorruptible mediante el evangelio. De este evangelio he sido yo designado heraldo, apóstol y maestro. Por ese motivo padezco estos sufrimientos. Pero no me avergüenzo, porque sé en quién he creído, y estoy seguro de que tiene poder para guardar hasta aquel día lo que le he confiado. Con fe y amor en Cristo Jesús, sigue el ejemplo de la sana doctrina que de mí aprendiste. Con el poder del Espíritu Santo que vive en nosotros, cuida la preciosa enseñanza que se te ha confiado.

 

Reflexiona, opina y crea...

Mientras Timoteo se convierte en un líder, Pablo es una fuente de aliento para él. Me pregunto ¿quiénes son las personas que te alientan, que oran por ti y que te ayudan a crecer?. Toma un tiempo para pensar sobre esas personas y agradece a Dios por ellos. Pablo alienta a Timoteo a confiar en el Espíritu Santo: “Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio.” (2 Timoteo 1:7 NVI)

Este es un versículo importante y poderoso que es importante que recordemos. Puedes memorizar el pasaje y luego compartirlo con los amigos o familiares que te animan, oran por ti y te ayudan a crecer.