Last Updated: 26 febrero 2015

Semana 4

Qué ha sucedido hasta el momento…

Jesús sigue enseñando y sanando y haciendo milagros, como la vez que alimento a 5 mil personas con dos pescados pequeños y cinco hogazas de pan. ¡Increíble! También comenzó a preparar a las personas porque iba a morir pronto.

 

Qué ocurrió después...

 

Jesús ama a los jóvenes como tú y quiere que otras personas sepan cuan importante son para su Reino. Él se tomo un tiempo para bendecirlos, deberías echar un vistazo a Mateo 19:13-15 para ver que dijo e hizo con los niños.
Jesús también habló sobre un hombre rico. Esta es una historia importante que nos ayuda a pensar sobre todas las cosas que amamos y si estas son mas importantes para nosotros que nuestra relación con Jesús.

 

Qué debo leer…

 

Mateo 19:16-30 (NVI) “El joven rico”

 

Sucedió que un hombre se acercó a Jesús y le preguntó:

—Maestro, ¿qué de bueno tengo que hacer para obtener la vida eterna?
— ¿Por qué me preguntas sobre lo que es bueno? —Respondió Jesús—. Solamente hay uno que es bueno. Si quieres entrar en la vida, obedece los mandamientos.
— ¿Cuáles? —preguntó el hombre. Contestó Jesús:
—“No mates, no cometas adulterio, no robes, no presentes falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre”, y “ama a tu prójimo como a ti mismo”.
—Todos ésos los he cumplido —dijo el joven—. ¿Qué más me falta?
—Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme. Cuando el joven oyó esto, se fue triste porque tenía muchas riquezas.
—Les aseguro —comentó Jesús a sus discípulos— que es difícil para un rico entrar en el reino de los cielos. De hecho, le resulta más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios. Al oír esto, los discípulos quedaron desconcertados y decían:
—En ese caso, ¿quién podrá salvarse?
—Para los hombres es imposible —aclaró Jesús, mirándolos fijamente—, mas para Dios todo es posible.
— ¡Mira, nosotros lo hemos dejado todo por seguirte! —Le reclamó Pedro—. ¿Y qué ganamos con eso?
—Les aseguro —respondió Jesús— que en la renovación de todas las cosas, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono glorioso, ustedes que me han seguido se sentarán también en doce tronos para gobernar a las doce tribus de Israel. Y todo el que por mi causa haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o terrenos, recibirá cien veces más y heredará la vida eterna. Pero muchos de los primeros serán últimos, y muchos de los últimos serán primeros.

 

Reflexiona, opina y crea…

 

A veces puede resultar muy difícil poner a Jesús primero en todo lo que hacemos, por lo que hoy crearemos algo que nos pueda ayudar a recordarlo:
 
Usa una tira de papel grueso o cartón y un poco de pegamentos o grapas para hacer una simple corona. Escribe Jesús en ella y decórala muy brillante utilizando cualquier cosa que te guste. Aquí hay algunas ideas: Lápices y crayones de colores, brillos, stickers, lentejuelas, escarcha, etc. (pista: ¡Decorar la corona antes de unir los extremos!)
 
Mientras haces la corona, discute con tu grupo sobre el porque crees que Jesús es el mayor tesoro que podemos tener.
Coloca tu corona en un lugar donde la puedas ver diariamente para recordarte que Jesús debe ser el número uno en nuestras vidas y cuan especial es él.

 

 

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