Semana 28

Qué ha sucedido hasta el momento...

1 Corintios es la primera carta que Pablo escribió a la iglesia de Corinto. En los primero dos capítulos, Pablo les advierte a los corintios en contra de la división de su grupo porque habían comenzado a discutir entre ellos. Entonces Pablo habla sobre Jesús y lo sabias que eran todas sus enseñanzas y lo diferentes que eran estas de la sabiduría del mundo. Esto nos recuerda que la forma en que Dios valora las cosas es diferente a como las personas lo hacen. Dios ama al pequeño y al débil y al humilde y puede usarlos en formas muy poderosas. ¡Lee 1 Corintios 1:27-31 para descubrir más sobre esto!

Qué ocurrió después...

Pablo comenzó a hablar en más detalles sobre la discusión que acontecía en Corintios y alentó a los cristianos que habitaban allí a que crecieran en fe y a trabajar unidos.

Qué debo leer...

1 Corintios 3:4–9  (NVI) “Trabajando junto para Dios”

Cuando uno afirma: «Yo sigo a Pablo», y otro: «Yo sigo a Apolos», ¿no es porque están actuando con criterios humanos? Después de todo, ¿qué es Apolos? ¿Y qué es Pablo? Nada más que servidores por medio de los cuales ustedes llegaron a creer, según lo que el Señor le asignó a cada uno. Yo sembré, Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento. Así que no cuenta ni el que siembra ni el que riega, sino sólo Dios, quien es el que hace crecer. El que siembra y el que riega están al mismo nivel, aunque cada uno será recompensado según su propio trabajo. En efecto, nosotros somos colaboradores al servicio de Dios; y ustedes son el campo de cultivo de Dios, son el edificio de Dios.

Reflexiona, opina y crea...

Si practicas un deporte, compartes en un proyecto en la escuela, tocas en una banda o eres parte de un grupo, sabrás cuan importante es el equipo de trabajo. Sin el, se vuelve demasiado difícil ganar un partido, completar ciertas tareas o tocar una canción. Estar en un  equipo significa trabajar unidos por una meta en común o por un mismo resultado. Cuando comienzas a seguir a Jesús formas parte de su equipo y trabajas juntos a otros seguidores de Jesús para compartir sus buenas nuevas, lo que es realmente importante. Piensa en tu iglesia u otros cuerpos y discutan las siguientes preguntas con tu familia o en pequeños grupos:

¿Cómo las personas pueden trabajar juntas para compartir a Jesús con otros? Tomate un momento a hacer una lista de las muchas cosas que pueden hacer.
Toma un gran trozo de papel donde puedan dibujar juntos. En el centro escribe “Compartir a Jesús se parece…” y alrededor de esta frase dibuja todas las cosas que puedas de la lista. Asegúrate que tus dibujos muestran como las personas pueden trabajar juntas.