Semana 11

 

Qué ha sucedido hasta el momento...

 

Mientras leemos el Evangelio de Lucas, nuevamente podemos revisar el nacimiento de Jesús y las emociones y celebraciones que rodearon este anuncio y evento. Jesús crece y comienza su ministerio (hemos explorado algunos de los ministerios de Jesús y enseñanzas mientras hemos leído Mateo y Marcos) que incluyen muchas de las grandes enseñanzas, milagros y personas siendo sanadas de muchos padecimientos. También hay muchos pasajes geniales e ilustraciones en los cuatro Evangelios que hablan acerca de las cosas importantes que Dios quiere que comprendamos, por lo que asegúrate de  tener la oportunidad de explorar más aún con otras personas, ya sea de la familia o de la iglesia.

 

Qué ocurrió después…

 

Había un número de personas que seguían haciéndole a Jesús la siguiente pregunta: “¿maestro, que debo hacer para tener vida eterna?” El pasaje bíblico que vamos a estudiar hoy es una parábola muy importante que Jesús contó sobre quién era nuestro prójimo, el prójimo no es la persona que vive en la casa de al lado, sino que es a quien debemos amar y cuidar. Este es un pasaje de gran importancia que nos ayuda a entender cómo Jesús quiere que vivamos y tratemos a quienes nos rodean.

 

Qué debo leer…

 

Lucas 10:25–37 (NVI) “Parábola del buen samaritano”

En esto se presentó un experto en la ley y, para poner a prueba a Jesús, le hizo esta pregunta: —Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?

Jesús replicó: — ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo la interpretas tú?

Como respuesta el hombre citó: —“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser, con todas tus fuerzas y con toda tu mente”, y: “Ama a tu prójimo como a ti mismo.”

—Bien contestado —le dijo Jesús—. Haz eso y vivirás. Pero él quería justificarse, así que le preguntó a Jesús: — ¿Y quién es mi prójimo? Jesús respondió: —Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de unos ladrones. Le quitaron la ropa, lo golpearon y se fueron, dejándolo medio muerto. Resulta que viajaba por el mismo camino un sacerdote quien, al verlo, se desvió y siguió de largo. Así también llegó a aquel lugar un levita, y al verlo, se desvió y siguió de largo. Pero un samaritano que iba de viaje llegó adonde estaba el hombre y, viéndolo, se compadeció de él. Se acercó, le curó las heridas con vino y aceite, y se las vendó. Luego lo montó sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un alojamiento y lo cuidó. Al día siguiente, sacó dos monedas de plata y se las dio al dueño del alojamiento. “Cuídemelo —le dijo—, y lo que gaste usted de más, se lo pagaré cuando yo vuelva.” ¿Cuál de estos tres piensas que demostró ser el prójimo del que cayó en manos de los ladrones? —El que se compadeció de él —contestó el experto en la ley. —Anda entonces y haz tú lo mismo —concluyó Jesús.

 

Reflexiona, opina y crea...

Este pasaje es muy claro con respecto a como Dios quiere que tratemos, amemos y nos preocupemos por otros.

  • Si estuvieras en esta situación ¿como te sentirías si alguien pasa junto a ti y no se detiene para para ayudarte?.
  • Recuerda que tu debes amar a otros en la manera que quieres que te amen y te cuiden.
  • Crea una cadena de papel de personas unidas o dibuja un boceto de una línea de personas compartiendo juntos.
  • Agrega los nombres de algunas personas que tu quieras entregarle más amor y cuidado esta semana. Ora por ellos mientras decoras tu dibujo o cadena.