Juan 17

01 de mayo del 2015

Jesús ora por él, por sus discípulos y por todos los creyentes

 

Preguntas para compartir

  • Jesús ora por ti y por mí (v 20) ¿Qué es lo que Jesús quiso decir exactamente?

 

Profundizando con el libro "Palabras de vida"

El punto culminante de la vida de Jesús se refirió a la Cruz, Jesús sabía que el tiempo de que Dios glorificara a su Hijo estaba a punto de venir; esto, con el fin de que Jesús glorificara a su Padre.

Es un hecho que a menudo la gente reciba "gloria" a título póstumo. Abraham Lincoln tuvo muchos enemigos durante su vida, pero fue sólo después del disparo que lo asesinó, donde Stanton, el ministro de guerra de Lincoln que siempre lo consideró como a alguien tosco, dijo: "allí se encuentra el mayor gobernante de los hombres que el mundo haya visto jamás".

Cuando Juana de Arco fue quemada por bruja y hereje por los ingleses, un caballero gritó: “¡ojalá que mi alma estuviera donde el alma de esa mujer está!”, a la que luego le siguió una declaración de uno de los secretarios del Rey de Inglaterra: "estamos todos perdidos porque hemos quemado a una santa”.

Más allá de las personas que vivieron y murieron, la Cruz fue la gloria de Jesús porque fue la culminación de su obra, la finalización de su obediencia al Padre; sin embargo, no fue el final, la resurrección fue continuar. Fue el triunfo, ¡la gloría que venía!

Aun así, antes de que todo sucediera, Jesús oraba por sus discípulos, los preparó para que se adentraran al mundo y les advirtió sobre lo que iban a enfrentar. Pero lo que además les ofreció fue su alegría, les dijo que todo lo que él poseía era de ellos y todo lo que ellos poseían era de él; unidad.

Entonces Jesús oró por todos nosotros. Pensar cómo Cristo, con el sufrimiento anticipado en la Cruz, pensaba además en el futuro, pensaba en ti y en mí. ¡Qué humilde, qué hermoso! Oró porque fuéramos uno, como él y el Padre lo son; tener una relación personal y cercana con él, corazón a corazón.

La unidad cristiana trasciende todas las diferencias, unámonos juntos como el Cuerpo de Cristo, la familia de Dios. Uno en el Espíritu, uno en el Señor y la gente sabrá que somos cristianos por nuestro amor.

 

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