Juan 15

29 de abril del 2015

Jesús enseña acerca de las actitudes al otro, a Dios y al mundo

Preguntas para compartir

  • ¿De que manera Jesús ha amado a sus discípulos (y a nosotros)?
  • ¿Cómo podemos repetir este comportamiento de amor hacia el otro?

 

Compártenos tu opinión más abajo , no te olvides esta semana 17 desafío para niños.

Profundizando con el libro “Palabras de Vida”

¡Qué bella imagen! Jesús como la vid; el Padre como el jardinero.

Luego, una imagen de un viñedo, que produce frutos maravillosos.

Pero, ¿qué tenemos que ver nosotros con esto? Jesús continúa:

“Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada” (v 5 NVI2011)

Somos las ramas que están unidas a la Vid de la Verdad, una unión íntima; somos parte de Jesús y esta “unión” está destinada a dar fruto para traer a otros a Cristo, decirle a otros de la Vid, para que puedan convertirse en ramas que también puedan dar fruto. Es acerca de estar en Cristo, de ser partes de la vid Verdadera !Qué honor y privilegio! ; sin embargo, cuán humilde es que la voluntad de Cristo se convierta en nuestra voluntad y Sus sueños, en nuestros sueños; eso involucra una entrega total, todo por Jesús. No sólo por un momento o por un tiempo, sino que permanecer y perseverar en él.

Las dos primeras citas para mí y mi marido, como oficiales del Ejército de Salvación, se encontraban en el valle de Okanagan en Columbia Británica. Esta gran área geográfica, se llenó de muchos viñedos, con frecuencia veíamos a los jardineros podando los árboles frutales, cortando las ramas para que el fruto fuera bueno y saludable. Así mismo, nosotros, las ramas, unidas a la vid Verdadera, debemos permitir que Dios nos pode para que nuestras vidas sean puras y santas; Vidas que sean espiritualmente sanas con el fin de dar buenos frutos para el Reino de Dios. Ser como Jesús y que, así, otros sean atraídos hacia él y quieran estar unidos a la Vid Verdadera.

Oración

Señor, te pido que me reveles cualquier cosa que no esté bien en mi vida; cualquier cosa que no sea pura y santa. Deseo de corazón, dar solo frutos buenos para ti, ¡La Vid Verdadera!

 

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