Hebreos 9

28 de Octubre de 2015 
Por Philip Layton

 

TRADUCCIÓN VIDEO

A través del Espíritu, Cristo, se ofrece a si mismo como un limpio sacrificio, librándonos de la muerte y haciéndonos respetables de vivir una vida para Dios.

Quédate conmigo
Quédate conmigo en el atardecer
Señor protégeme de la oscuridad
Cuando no hay ayuda, ni comodidades
Ayuda al desamparado. O permanece conmigo
 

Por eso Cristo es mediador de un nuevo pacto, para que los llamados reciban la herencia eterna prometida, ahora que él ha muerto para liberarlos de los pecados cometidos bajo el primer pacto. (Hebreos 9:15)

Mantén tu cruz ante mis ojos cerrados
Brilla a través de la penumbra y apúntame hacía el cielo
El sol de la mañana aparece para desvanecer las tinieblas de la tierra
En la vida, en la muerte O Señor
Quédate
Conmigo
 

Como sumo sacerdote Jesús entró por nosotros al tabernáculo celestial

Preguntas para compartir

  • ¿Es verdad que sólo a la luz del sacrificio de Jesús podemos entender el sistema de sacrificio del Antiguo Testamento (vs 23-28)?
  • ¿Es el versículo 27 una respuesta útil para los que creen en la reencarnación? 

 

Profundizando con “Palabras de vida”

El evangelio nos sorprende, incluso nos sorprende una y otra vez. Por lo que se podría esperar es todo lo contrario a nuestras expectaciones. Hace poco leí de un bromista que irrumpió en una tienda en la noche para hacer una broma (la verdad, no es una buena idea). A pesar de que no tenía ninguna intención de robar cualquier cosa (lo que  no justifica sus acciones), él  sólo quería "agitar las cosas" un poco - causar un poco de emoción - por lo que reordenó las etiquetas de precios en diversas áreas. Cuando la tienda abrió a la mañana siguiente, los clientes estaban encantados de ver que las joyas más caras tenían un precio tan bajo.

Después de leer esto, pensé en el evangelio. La gracia y la misericordia recibida, cuando no la  merecemos. Dios nos da su amor, incluso después de pecar contra él.

El escritor de Hebreos quería que la gente conociera a Jesús personalmente. Porque no se trata de nuestro intelecto o estado. Se trata de nuestro corazón; nuestra capacidad de recibir amor y a su vez dar a los demás. Hoy en día, podemos arrodillarnos humildemente antes de Cristo, Mediador del nuevo pacto; dándole gracias - sólo por quién es.

Beverly Ivany