Hebreos 2

19 de Octubre de 2015
Por Philip Layton

 

El autor advierte a sus seguidores a prestar atención a las enseñanzas firmes.

 

Preguntas para compartir

  • ¿Las maravillas y signos sobre lo que leímos a través de hechos deben ser vistos como ayuda a corto plazo que ayudaron al comienzo del Cristianismo o son milagros que aún esperamos ver (v 4)?
  • ¿El autor indica que él cree que el diablo es real o un mero símbolo de la maldad (vs 14,15)?
  • ¿Porque es importante reconocer que Jesús era completamente humano?
     

Profundizando con "Palabras de vida"

Disfruto mucho recibir cartas o tarjetas en el correo. Es mucho mejor que los emails o los mensajes de texto. En mi opinión, las cartas se pueden atesorar. Aún más la palabra de Dios debe ser atesorada y celebrada. Es su palabra a nosotros, a sus hijos.

Esta carta a los Hebreos se incluye en el tesoro de la palabra de Dios. De hecho, este segundo capítulo nos dice que debemos poner más atención a lo que Dios dice por medio de las escrituras, así que no debemos "desviarnos".

Es tan fácil para nosotros vivir día a día sin la urgencia de decir a los demás de la gracia salvadora de Dios o sin la fuerte convicción de vivir una vida de santidad que sea agradable a Dios. Muchos de nosotros somos diligentes en el ahorro de dinero, o compulsivos sobre la compra de cosas que pensamos que necesitamos para nosotros mismos o para nuestros hijos. Estamos muy ocupados en la planificación de las vacaciones, o lo que vamos a hacer o comprar con el dinero ahorrado, digamos, 10 años a partir de ahora. Sin embargo, a veces perdemos de vista de los aspectos más importantes de nuestra fe cristiana y caminar espiritual con Dios. Perdemos enfoque en quién es Jesús y lo que significa para nosotros.

El escritor le dice a los hebreos y a nosotros: sean cuidadosos. Asegúrense de que siempre Dios este primero, todo lo demás cae en su lugar. La epístola va a decirnos que somos hermanos y hermanas con Cristo (vs 11, 12).

Si Jesús no está avergonzado de nosotros, de los pecadores que somos incluso. ¿Nos avergonzamos de contarles a los otros que pertenecemos a él? Dudamos en decirle a la gente que somos parte de la familia de Dios, ¿ellos igual sienten eso?

Cristo quería ser parte de la humanidad, parte de nosotros. Que maravillosa es la preciosa verdad, en este breve resumen, de esta atesorada carta para los hebreos y para nosotros.

Por eso era preciso que en todo se asemejara a sus hermanos, para ser un sumo sacerdote fiel y misericordioso al servicio de Dios, a fin de expiar los pecados del pueblo. (v 17).