Hebreos 10
Hebreos 1029 de octubre de 2015 El sacrificio de Cristo fue de una vez y para siemprePreguntas para compartir
Profundizando con “Palabras de vida”Cuando mi hijo Joel era un niño, él tenía una camiseta amarilla que decía: “Sé que soy alguien porque Dios no hace basura”. No estoy segura sobre las implicaciones de esa frase a su corta edad, pero las palabras eran ciertas. Todos somos alguien, porque todos fuimos creados a la imagen de Dios. Todos somos especiales, únicos a los ojos del creador. Pero no todo el mundo creé esto. Incluso teniendo a Cristo como salvador, encuentran complejo creer que son verdaderamente amados y aceptados por Dios. Tal vez es por algo que han hecho en el pasado. Dios los ha perdonado, pero ellos no pueden perdonarse a si mismos. Todavía creen en las mentiras de Satanás, deprimiéndose y sintiendo que no pueden salir de eso. Estamos aquí para animarnos los unos a los otros. No simplemente decir palabras que no sentimos, no animar a los demás porque se nos ordena, todo debe nacer a base del amor. Estamos aquí para orar como hermanos y hermanas, que reciben coraje, fuerza, perseverancia, para brindar un sentido de esperanza, luz y vida. En el Nuevo Testamento la palabra frecuentemente traducida como “animar” es παρακαλεῖν – parakalein. Este término viene de dos palabras en griego: para- significa “junto a”, y kaleo significa “al llamado”. Cuando acompañamos a otra persona a través de situaciones difíciles, brindamos una sensación de renovación en el espíritu. Una llamada de unión. Debemos animar a los demás, hablar con ellos y llevarlos a un nivel de pensamiento noble y superior. Hacemos nuestro trabajo, pero quién nos ayuda a conquistar la vida es el Consolador (Parakletos), el Espíritu Santo. ¡Dios no hace basura! Él crea formas y transforma a sus hijos a su semejanza. Cuando pertenecemos a él y lo reconocemos como Señor y Salvador, tenemos la responsabilidad de animarnos los unos a los otros. Es una expresión de nuestro profundo amor por Dios: ser alguien que levante el espíritu de los demás a nuevas alturas. Para brindar bendiciones y honor al Señor Todo Poderoso. |