filipenses 3

08 de Septiembre de 2015
Por Philip Layton
 

Pablo alienta a la iglesia a continuar con una vida de santidad

Preguntas para compartir

¿Suena eso como que es fácil llevar una vida de cristiano o es algo por lo que tenemos que trabajar (vs 13, 14)?
¿Estaba Pablo enseñando la teología del rapto (vs 20,21)? (los cristianos muertos y vivos serán llevados al cielo cuando lo decida Dios)

Profundizando con “Palabras de Vida”

Cristo se vacío a si mismo de todo para ser como nosotros, para poder identificarte con el desposeído del mundo.

Recuerdo el testimonio de un oficial del Ejército de Salvación que fue nombrado a un barrio de viviendas precarias. Al principio todo era fracaso y desilusión. Pero luego de unos años él era completamente aceptado entre la gente de la comunidad y tuvo un sorpresivo éxito en su ministerio. El cambio vino cuando en la desesperación, el tuvo que admitir que su amor quedó corto ante sus propias expectativas. Él no podía  amar a personas con una cultura diferente. Cuando él “abandonó” todo en lo que dependía –sabiduría y otras fuerzas- para depender solamente de Jesús, él recibió el poder y la bendición de Dios en todo lo que asumió.

Este oficial aprendió a no depender solamente de sus fuerzas y habilidades, sino que a ser uno con la comunidad. Un canal para que Dios pudiese poner sus bendiciones sobre la gente. Dios lo usó. Él incluso presenció la “multiplicación del pan y los peces” en una celebración de navidad a la que asistió en un poblado lejano. Asistieron más del triple de personas que iba a asistir. Al final, la gente se llevó la comida sobrante a sus casas.

El nombre de Jesús fue alzado y llegó el renacimiento. Muchas vidas cambian gracias al Espíritu Santo. La gente sintió que Jesús estaba presente por medio de este oficial.

¿Nos gustaría que la gente diga lo mismo de nuestras vidas? Hemos de abandonar todo para identificarnos con Cristo y con aquellos por quienes él murió y resucitó. Para amarlos como a él los amaría a ellos. Entonces, pronto él tocará sus vidas de acuerdo a su voluntad, para la gloria de Dios.

Beverly Ivany