1 Tesalonicenses 5

22 de Septiembre de 2015
Por Philip Layton

Pablo les recuerda a los tesalonicenses sobre la Resurrección y el Rapto

Preguntas para Compartir

  • ¿De que crees que trata el “día del Señor” en el versículo 2? Sobre el domingo, el Rapto, la Resurrección, la segunda venida de Cristo, ¿o los últimos días antes del juicio final de Dios?

 

Profundizando con “Palabras de Vida”

¿Has sido parte de un renacimiento? Sería genial que existiese un renacimiento mundial, que comenzara ahora mismo. ¿Dios podría tener un renacimiento guardado para el Ejército de Salvación y la Iglesia universal?

Los últimos versículos de la primera carta de Pablo a los Tesalonicenses les entrega los ingredientes básicos para un renacimiento:

Respeta a los demás (v 12) Este incluye a nuestros líderes, para ser obedientes a la voluntad de Dios.

Mantener gran aprecio por los demás (v 13) Ámense profundamente el uno al otro.

Anímense los unos a los otros (v 14). Una palabra de aliento levanta el espíritu. Estamos aquí para ayudar, no para ser un obstáculo para los demás.

Ayuden a los débiles (v 14) Entrégales apoyo, en vez de criticarlos.

Se paciente con todos (v 14) Estamos aquí para caminar junto a los demás.

Se amable (v 15) La amabilidad recorre un largo camino para mostrarnos el amor de Dios.

Se alegre (v 16) Permitir que el amor de Dios brille a través de nosotros.

Ora continuamente (v 17) Estar en comunión con Dios.

Dar gracias en todas las circunstancias (v 18) Agradecer a Dios por las cosas buenas: también dar gracias por las cosas que no son tan buenas. Él esta con nosotros.

No alejes el fuego del Espíritu (v 19) Permitir que el Espíritu haga su trabajo en nosotros y dentro de su Iglesia.

Adherirse a las cosas de Dios (v 20)  Escucha aquellos que han sido ungidos por Dios.

Escucha atentamente al Espíritu (v 21) Solamente Él ilumina la verdad

Haz lo que es correcto (v 21) Deja que nuestras acciones sean movidas por la voz de Dios.

Aléjate del mal (v 22) Pídele protección a Dios.

Se Santificado (v 23). Sin culpas, en  cuerpo, mente y espíritu. .

Entrégate totalmente a Dios (v 23) Siempre estar dispuesto al liderazgo de Dios.