1 Pedro 3

13 de Noviembre 2015
Por Philip Layton

 

Algunas enseñanzas para vivir una vida santa

Preguntas para compartir

  • ¿Qué crees que quiso decir Pedro cuando habla de dar “Lugar al temor” (vs 1-6)?
  • ¿Cómo es posible tener la misma opinión (vs 8)? ¿Estas listo (v 15)?
  • ¿Qué es el bautismo (vs 21)?

 

Profundizando con “Palabras de Vida”

‘Que la belleza de ustedes no sea la externa, que consiste en adornos tales como peinados ostentosos, joyas de oro y vestidos lujosos. 4 Que su belleza sea más bien la incorruptible, la que procede de lo íntimo del corazón y consiste en un espíritu suave y apacible (vs. 3-4, NVI)

Estos versículos que tienen que ver con la relación entre esposo  y esposa., tienen una aplicación mucho más amplia, es una guía sobre la actitud de los cristianos hacía los que no se han convertido, particularmente hacía los familiares inconversos.

En la antigüedad, un hombre poseía a su esposa casi de la misma manera en que él poseía al ganado y arado. Si él cambiaba de religión, automáticamente su familia cambiaba la suya. Pero decir que una mujer quería cambiar de religión de manera independiente era algo inaudito, de ahí nace la compleja situación para una dueña de casa que no compartía la misma fe de su esposo.

Pedro señaló que la principal responsabilidad de una mujer es ser una buena esposa. Ella se debe caracterizar por ser sumisa, pura y con un “comportamiento reverente”, resultando en lo que el Dr William Barclay define como el “la silenciosa predica de una vida amorosa”.

Al igual que la esposa, el marido igual tiene obligaciones. De igual manera, ustedes esposos, sean comprensivos en su vida conyugal, tratando cada uno a su esposa con respeto, ya que como mujer es más delicada, y ambos son herederos del grato don de la vida. Así nada estorbará las oraciones de ustedes (vs 7) Porque no hay nada que se interponga entre un hombre y sus oraciones que sus relaciones rotas o tensas, es imposible para un hombre ser un buen cristiano y un mal esposo.

Para considerar

 ‘El secreto de un matrimonio feliz recae en amarse los unos a los otros, pero más que eso es amar muchas cosas juntos”

Frances Wilkinson