1 CORINTIOS 12

24 de julio de 2015
Por Philip Layton

Dones espirituales y su interdependencia

Preguntas para compartir

  • ¿Puedes identificar nueve dones del Espíritu Santo que Pablo mencionó como ejemplo (vs 8-10)?
  • ¿Cómo puedes resumir la enseñanza de Pablo en este capítulo?

 

Profundizando con “Palabras de vida”

¿Cuáles son los dones espirituales?, algunos tienen uno, algunos tienen unos cuantos. Dios los entrega de acuerdo a su plan y propósito. No tenemos la oportunidad de elegir. Tal vez usted tiene un inventario de dones espirituales o tal vez alguien le ha dicho, que don, Dios le dió. Lo importante es tener en cuenta que todos tenemos un don. Todos debemos saber cual es. Luego estar dispuestos a desarrollar otros dones que tal vez podrían ser nuestros. Después de todo, es por la extensión del Reino de Dios.

Existe una gran variedad de dones, principalmente porque todos somos diferentes, pero dichos dones están para ser usados con un propósito.

A cada uno se le da una manifestación especial del Espíritu para el bien de los demás (v 7).

Si tenemos el don de la sabiduría, el conocimiento, la fe, la curación, los milagros, la profecía, hablar en lenguas, la interpretación, la enseñanza, la predicación, la hospitalidad, la entrega, la misericordia, la administración, artesanías o incluso algo más, tenemos la responsabilidad de usar estos dones para la causa de Cristo. Es imperativo darnos cuenta que ningún don es más importante que otro.

Tristemente, muchas personas creen que no tienen ningún don,  por consiguiente no tienen nada para ofrecer a su iglesia. Pero si decimos esto estamos sugiriendo que el Espíritu no ha cumplido con su deber en la distribución de dones a todo el mundo - con el fin de producir resultados espirituales. Los dones, como subraya Pablo, se distribuyen de acuerdo a la voluntad del Espíritu:

Todo esto lo hace un mismo y único Espíritu, quien reparte a cada uno según él lo determina (v 11).

El día de hoy le agradecemos a Dios por los dones que nos ha entregado. Nos ofrecemos a nosotros mismos para ser usados cuando se requiera. Reafirmamos que todas las personas tienen al menos un don. Finalmente, agradecemos a Dios por la cantidad de dones usados para edificar nuestra iglesia y la iglesia universal. ¡Todo por su gloria!

Beverly Ivany