I Corintios 1
I Corintios 109 de julio de 2015 Pablo escribe una introducción para la iglesia en Corintio
Preguntas para compartir
Profundizando con “Palabras de vida”La iglesia en Corintio fue creada al final del segundo viaje misionero de Pablo (Hechos 18:1-7) la iglesia estaba plagada en corrupción, esto se debía a las influencias paganas de varios de los que vivían en la ciudad metropolitana al sur de Grecia. Escribiendo de Efesio en el año 56 después de Cristo. Pablo sintió que era necesario hablar sobre varios asuntos que llamaron su atención, para devolver a la gente al camino. La iglesia estaba en Corintio, pero “Corintio” estaba en la iglesia y se estaba infectando su comunión y testimonio. Pablo debió haber sentido frustración e incluso rabia, escuchando todo lo que estaba sucediendo: varias divisiones, personas desunidas, inmoralidad sexual. Pablo demostraba gran paciencia en sus acercamientos con las personas, incluso los llamaba “hermanos”. Él estaba molesto, pero no abatido; enojado, pero no desesperado. Por su única pasión el amor. Pese a que esta carta fue escrita 2.000 años atrás, aún tiene significado para nosotros. Sea o no vivimos en una gran ciudad, somos constantemente tentados de lo que es bueno, santo y correcto. Nunca debemos olvidar las cosas básicas y no caer en las tentaciones del mundo que nos hacen fallar, incluso caer. La carta de Pablo también es un recordatorio de como debemos tratar a los otros que se han desviado o equivocado en su relación con Dios. Siempre nos debemos acercar a ellos con amor: Siempre doy gracias a Dios por ustedes, pues él, en Cristo Jesús, les ha dado su gracia. (V 4). Gracia, amor y paciencia. Sí, puede haber muchas divisiones en la iglesia; incluso desacuerdos que se vuelven evidentes. Estamos aquí para entregarlo todo al Señor por medio de la oración, para preguntarle por su guía y sabiduría. ¿Estamos dispuestos a hacer esto por el gran amor que Dios tiene por nosotros? Oración:Mientras leo esta importante carta para la iglesia en Corintio, ayúdame a mirar en mi interior. Señor, abre mis ojos, abre mi corazón. |