Semana 32

 

Qué ha sucedido hasta el momento...

Seguir a Jesús no siempre es fácil y tampoco era fácil para Pablo. Él a menudo escribía en sus cartas  sobre los tiempos difíciles y las situaciones que estaba enfrentando, entendiendo que también había otros que estaban pasando por los mismos problemas. Aunque Pablo estaba pasando por tiempos difíciles, siempre encontró una forma de estar alegre y en esta carta a la iglesia de Corinto Pablo comparte como la fe de esa iglesia había sido una fuente de alegría y aliento para él.

Qué ocurrió después...

Pablo sigue alentando a la iglesia de Corinto a que  continúen con su buen trabajo y que sigan dando su aporte generoso a la iglesia. Pablo los alaba por su espíritu de dar.

Qué debo leer...

2 Corintios 8:1–15 (NVI) “Estímulo a la generosidad”

Ahora, hermanos, queremos que se enteren de la gracia que Dios ha dado a las iglesias de Macedonia. En medio de las pruebas más difíciles, su desbordante alegría y su extrema pobreza abundaron en rica generosidad. Soy testigo de que dieron espontáneamente tanto como podían, y aún más de lo que podía, rogándonos con insistencia que les concediéramos el privilegio de tomar parte en esta ayuda para los santos. Incluso hicieron más de lo que esperábamos, ya que se entregaron a sí mismos, primeramente al Señor y después a nosotros, conforme a la voluntad de Dios. De modo que rogamos a Tito que llevara a feliz término esta obra de gracia entre ustedes, puesto que ya la había comenzado. Pero ustedes, así como sobresalen en todo —en fe, en palabras, en conocimiento, en dedicación y en su amor hacia nosotros —, procuren también sobresalir en esta gracia de dar. No es que esté dándoles órdenes, sino que quiero probar la sinceridad de su amor en comparación con la dedicación de los demás. Ya conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que aunque era rico, por causa de ustedes se hizo pobre, para que mediante su pobreza ustedes llegaran a ser ricos. Aquí va mi consejo sobre lo que les conviene en este asunto: El año pasado ustedes fueron los primeros no sólo en dar sino también en querer hacerlo. Lleven ahora a feliz término la obra, para que, según sus posibilidades, cumplan con lo que de buena gana propusieron. Porque si uno lo hace de buena voluntad, lo que da es bien recibido según lo que tiene, y no según lo que no tiene. No se trata de que otros encuentren alivio mientras que ustedes sufren escasez; es más bien cuestión de igualdad. En las circunstancias actuales la abundancia de ustedes suplirá lo que ellos necesitan, para que a su vez la abundancia de ellos supla lo que ustedes necesitan. Así habrá igualdad, como está escrito: «Ni al que recogió mucho le sobraba, ni al que recogió poco le faltaba.»

 

Reflexiona, opina y crea...

Cuando la iglesia comenzó, había personas que tenían todo lo que necesitaban, así también personas que no tenían, tal como sucede hoy. Cuando damos generosamente, esto hace que las cosas sean mas justas porque ayudas a las personas que tienen necesidad. Algunas veces pensamos en donar solo dinero, pero hay muchas formas en las que podemos dar generosamente, incluyendo el tiempo, aliento, amistad y aceptación y  también cosas prácticas como la comida, ropa y refugio. En tu familia o en un pequeño grupo:

  • Coloca al rededor de 40 cosas (lápices, cuentas, bloques, bolitas) en el centro de tu grupo.
  • Escribe los números del 0-10 en tiras de papel y colócalas dentro de una caja
  • Hagan un círculo. Cada persona escoja un número de la caja y luego tome la misma cantidad de objetos que indica el número del centro hasta que ya no queden objetos.
  • Opinen sobre la cantidad objetos que lograron reunir al final de la actividad.
  • ¿Parece justo que algunos hayan tenido más que otros?
  • ¿Cómo podrías hacer la actividad más justa?