Last Updated: 26 febrero 2015

Semana 2

 

Qué ha sucedido hasta el momento…

 

Jesús nació y creció (probablemente él asistió a la escuela y a la iglesia, como cualquier niño judío, y luego aprendió a ser carpintero que era el mismo oficio de su padre) y cuando tenía alrededor de 30 años comenzó a enseñar acerca de cosas importantes que Dios quería que las personas supieran, cosas como: Dios nos ama, él nos perdona cuando tomamos decisiones insensatas, hay una forma que Dios quiere que vivamos, si seguimos y creemos en Dios podemos vivir con él en el cielo y lo mas importante, que Jesús era el hijo de Dios y que era fundamental escucharlo.

 

Qué ocurrió después...

Uno de los mensajes claves que Jesús enseño es comúnmente llamado “el sermón de la montaña” (porque el mensaje fue entregado mientras Jesús estaba en una colina), quizás hayas escuchado de esto e incluso hayas leído o sepas mucho acerca de las enseñanzas que hay en este sermón. Jesús enseñó a las personas que estas estaban reunidas junto a él algo realmente importante, algo que todos nosotros debemos conocer y una de esas cosas importantes es la oración, echémosle una mirada juntos.

 

 

 

Qué debo leer…

Mateo 6:5-15 (NVI) “La oración”
 

Cuando oren, no sean como los hipócritas, porque a ellos les encanta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas para que la gente los vea. Les aseguro que ya han obtenido toda su recompensa. Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará. Y al orar, no hablen sólo por hablar como hacen los gentiles, porque ellos se imaginan que serán escuchados por sus muchas palabras. No sean como ellos, porque su Padre sabe lo que ustedes necesitan antes de que se lo pidan. Ustedes deben orar así:

“Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga tu reino,
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan cotidiano.
Perdónanos nuestras deudas,
como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores.
Y no nos dejes caer en tentación,
sino líbranos del maligno.”
 
Porque si perdonan a otros sus ofensas, también los perdonará a ustedes su Padre celestial. Pero si no perdonan a otros sus ofensas, tampoco su Padre les perdonará a ustedes las suyas.

 

Reflexiona, opina y crea…

Piensa cómo puedes hacer personal la oración de Dios terminando estas oraciones:
Padre Dios, te alabo y te honro porque…
Ayúdame a tratar a otros con…
Gracias por…
Perdóname por...
Por favor ayúdame a perdonar…
 
Ahora puedes decir tu propia oración utilizando lo que escribiste. Utiliza estas oraciones cada día de esta semana cuando estés orando.
 
 
 
 
 
 
 
Volver a Semanas