LUCAS 10

19 Marzo de 2015

Jesús envió a 72 discípulos y enfatizó la prioridad de Salvación  

Preguntas para compartir

¿Es tentador imaginar solamente a 12 discípulos? Los 72 adicionales ¿Te ayudan a imaginar el impacto que estaba teniendo su ministerio?
Actualmente, ¿Cómo puede ser aplicado el versículo 20 a tu vida y ministerio? 
¿Es posible que al estar tan ocupado sirviendo al Señor, olvides pasar tiempo con él?

Profundizando con el libro “Palabras de vida”

Jericó, donde fuimos hoy, es la ciudad poblada más antigua del mundo. Es abundante en historia, en cuanto a los israelitas se refiere.  La primera vez que se mencionó fue en Números 22:1, donde se relata que los israelitas habían viajado a las tierras de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó. Entonces, por supuesto, fue la primera ciudad que Josué conquistó cuando reclamó la Tierra Prometida. Después de que los hijos de Israel marcharan alrededor de la ciudad por seis días en una hilera y luego siete veces en el séptimo día, las murallas se derrumbaron. En Esdras se menciona a Jericó, donde cerca de 345 hombres regresaron posterior al exilio en Babilonia (2:34).

En Nehemías se menciona al hombre de Jericó que ayudó a reconstruir la muralla de Jerusalén (3:2), sin embargo, lo que hoy me impresionó fue que mientras íbamos conduciendo a Jericó, hubieron dos incidentes  que recordé en el Nuevo Testamento.

El primero relacionado a la pregunta: “¿Y quién es mi prójimo?” (Lucas 10:29).  

Como respuesta, Jesús le contó la parábola del Buen Samaritano, quien fue la persona inesperada que se detuvo, dedicó tiempo, ayudó, cuidó, demostró amor y se entrego así mismo. 

Lucas también nos habla del mendigo ciego que estaba sentado junto al camino mientras Jesús se acercaba a Jericó.  Él quería ver y debido a su fe, recobró su vista.

Un extraño se detuvo a ayudar y un mendigo recobró su vista. Pido también detenerme a ayudar y recibir una nueva visión. Una nueva visión espiritual y, así, encontrar cómo utilizarla de la mejor manera y ser más servicial para el Reino de Dios. 

Oración

Padre que estás en el cielo, ayúdanos a dedicarle tiempo a las cosas, a las personas, a las situaciones que más necesiten de nosotros. Ayúdanos también a recibir visión y fe renovadas y, así, ser más serviciales para tu Reino.  

 

Beverly Ivany
Photo courtesy of freebibleimages.org